Seguramente no daremos muchas pistas si comenzamos presentando una película como una de las más conocidas de su director Sir Alfred Hitchcock.
También podremos despistar cuando citemos entre sus premios un sólo oscar de la academia, por cuanto el genio de Leytonstone -Londres- no tuvo una relación muy fructífera con las conocidas estatuillas.
También podremos despistar cuando citemos entre sus premios un sólo oscar de la academia, por cuanto el genio de Leytonstone -Londres- no tuvo una relación muy fructífera con las conocidas estatuillas.
Si nombramos, no obstante, que se trata de la película en la que más se luce uno de sus fetiches, Cary Grant, a casi nadie se le escapará que estamos hablando de Con La Muerte En Los Talones.
Siguiendo la conocida Teoría del Suspense del conocido director -El espectador conoce la trama y son sus protagonistas los únicos que no son conscientes del peligro- éste trama una divertida secuencia de aventuras en algunos de los más emblemáticos lugares de Estados Unidos, desde el edificio de la ONU en Nueva York hasta el Monte Rushmore (Dakota del Sur) con el desenfreno y el ritmo que sólo un gran maestro del séptimo arte es capaz de imprimir.Cartel de la película en francés. |
Sobresalen en toda esta extrañeza la presencia como personajes de unos despiadados, pero elegantes, espías y traficantes de información en un perido de Guerra Fría entre el imperio yanqui y la Unión Soviética, quienes se enfrentarán a un improvisado agente de la CIA, quien sin saberlo será clave en la entrega de un misterioso microfilm que puede dar al traste con la paz mundial.
Pero ya hemos avisado de que también existe una historia de amor, confusa, inverosimil, pero sublime como todas las de Hitchcok, quien en más de una ocasión dejó entrever en pantalla el poco éxito que sin embargo encontró en sus relaciones con el otro sexo con una proyección de lo que en realidad él quiso ser, un hombre atlético, bien parecido, romántico, Don Juan... que bien podría ser el traje a medida de Cary Grant, emparejado con otra de las obsesiones de Hitch: Las rubias (Recuérdense otras protagonistas femeninas como Grace Kelly, Tippy Hedreen... además de la primera dama de este filme: una platino Eva - Marie Saint.).
A destacar también los enormes planos, pensados para el Cinemascope, y que conforman algunos de los iconos universales del séptimo arte. Aquí nos quedamos con este esplendoroso encuentro entre dos desconocidos en mitad de la nada.
Precisamente del alter - ego de Sir Alfred en la película, Archibal Alexander Leach, o Cary Grant como todos lo conocemos podemos destacar su impresionante presencia en la pantalla. Inolvidable es su forma de ponerse el cinturón y la camisa en una de las escenas finales, su maestría para llevar el traje como si de una segunda piel se tratara, incluso lleno de polvo y recién fumigado o la enorme elegancia para un seductor que contaba con unos nada despreciables cincuenta y cinco años durante el rodaje.
Momento del rodaje. |
Es tal el magnetismo del actor de Bristol, que Ian Fleming se basó en él para dotar de personalidad y encanto a otro icono de la gran pantalla: el mismísimo James Bond. Resulta curioso que en este filme recuerde enormemente a las hazañas del espía británico, con lo que el cine le devuelve lo que tanto le dió al actor británico, aunque sólo sea en forma de justicia poética.
No te enfades, Ian, pero nosotros siempre preferiremos a Cary
Curiosidades de la película.
- A Cary Grant (1904), con sus adorables cincuenta y cinco años lo acompaña en el reparto la actriz La actriz Jessie Royce Landis (1896), quien en realidad tenía sólo ocho años más que él.
No hagáis caso a todo lo que se dice en documentales, páginas web... sobre que la actriz era menor que él. No es cierto, aunque en realidad el actor parece mucho menor que el personaje de Clara Thornill.
- A la productora no se le permitió rodar en las Naciones Unidas, aunque lo solicitó. Las escenas de interior son decorados, muy fieles eso sí, y la única escena del exterior fue tomada con cámara oculta desde una furgoneta. Tampoco le permitieron rodar en el Monte Rushmore.
Montaje en el que el Hitchcock aparece como uno de los presidentes. |
- La historia de un agente secreto que en realidad no existe, para despistar al enemigo, está basada en un hecho real, ocurrido durante la segunda guerra mundial, en que secretarias británicas idearon un personaje muy similar.
- El personaje interpretado por James Mason fue ofrecido en primer término a Yul Brynner.
- Martin Landau realiza una de sus primeras apariciones en la gran pantalla.
- Otros actores candidatos a interpretar a Roger Thornill fueron Gary Cooper y James Stewart -quien estaba muy interesado en la película-. El director rechazó a este último en parte porque le achacaba el fracaso comercial de Vertigo.
- Se barajaron muchos nombres, antes del definitivo North by Northwest. El que tuvo más éxito, después de éste, fue Breathless (Sin Aliento).
Momento durante la filmación. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario