Bienvenidos al espacio del proyecto cinéfilo - clásico de la Asociación Naufragio Saigón. Con él, respondemos
a los intereses de un grupo de amantes del cine anterior a 1975 por disfrutar de las que consideramos sus
grandes obras maestras.
No pretendemos ser una referencia, ni un espacio para eruditos; sólo un un punto de encuentro de amantes
del séptimo arte, ávidos por recuperar el buen gusto de lo que fue la época dorada del cine.

miércoles, 15 de enero de 2014

Con La Muerte En Los Talones (A. Hitchcock, 1959) 22-1-14

     Seguramente no daremos muchas pistas si comenzamos presentando una película como una de las más conocidas de su director Sir Alfred Hitchcock.
     También podremos despistar cuando citemos entre sus premios un sólo oscar de la academia, por cuanto el genio de Leytonstone -Londres- no tuvo una relación muy fructífera con las conocidas estatuillas.
      Si nombramos, no obstante, que se trata de la película en la que más se luce uno de sus fetiches, Cary Grant, a casi nadie se le escapará que estamos hablando de Con La Muerte En Los Talones.
      Siguiendo la conocida Teoría del Suspense del conocido director -El espectador conoce la trama y son sus protagonistas los únicos que no son conscientes del peligro- éste trama una divertida secuencia de aventuras en algunos de los más emblemáticos lugares de Estados Unidos, desde el edificio de la ONU en Nueva York hasta el Monte Rushmore (Dakota del Sur) con el desenfreno y el ritmo que sólo un gran maestro del séptimo arte es capaz de imprimir.


Cartel de la película en francés.
      De difícil clasificación, ya que las posibles van desde la Road Movie -Trail Movie, en este caso, ya que se desarrolla en el tren principalmente- hasta el cine de espías, cine de suspense... aunque nosotros preferimos hablar de ella como de un eligio a la confusión mezclado con una comedia de amor, donde a pesar del peligro en escena, el espectador no experimenta miedo en ningún momento, sino que más bien se deleita con lo elaborado e ingenioso del excelso guión.
    Sobresalen en toda esta extrañeza la presencia como personajes de unos despiadados, pero elegantes, espías y traficantes de información en un perido de Guerra Fría entre el imperio yanqui y la Unión Soviética, quienes se enfrentarán a un improvisado agente de la CIA, quien sin saberlo será clave en la entrega de un misterioso microfilm que puede dar al traste con la paz mundial.
      Pero ya hemos avisado de que también existe una historia de amor, confusa, inverosimil, pero sublime como todas las de Hitchcok, quien en más de una ocasión dejó entrever en pantalla el poco éxito que sin embargo encontró en sus relaciones con el otro sexo con una proyección de lo que en realidad él quiso ser, un hombre atlético, bien parecido, romántico, Don Juan... que bien podría ser el traje a medida de Cary Grant, emparejado con otra de las obsesiones de Hitch: Las rubias (Recuérdense otras protagonistas femeninas como Grace Kelly, Tippy Hedreen... además de la primera dama de este filme: una platino Eva - Marie Saint.).
       A destacar también los enormes planos, pensados para el Cinemascope, y que conforman algunos de los iconos universales del séptimo arte. Aquí nos quedamos con este esplendoroso encuentro entre dos desconocidos en mitad de la nada.


     Precisamente del alter - ego de Sir Alfred en la película, Archibal Alexander Leach, o Cary Grant como todos lo conocemos podemos destacar su impresionante presencia en la pantalla. Inolvidable es su forma de ponerse el cinturón y la camisa en una de las escenas finales, su maestría para llevar el traje como si de una segunda piel se tratara, incluso lleno de polvo y recién fumigado o la enorme elegancia para un seductor que contaba con unos nada despreciables cincuenta y cinco años durante el rodaje.


Momento del rodaje.
      Quizás el enorme éxito de su actuación radica en la combinación de dotes de héroe, airoso en todos los enfrentamientos con sus antagonistas, con un espíritu socarrón y canalla que posiblemente era el que más justicia le hacia fuera del celuloide (<<Lo siento, no puedo acompañarles: tengo una madre, una secretaria y varios barman que dependen de mí>>).
     Es tal el magnetismo del actor de Bristol, que Ian Fleming se basó en él para dotar de personalidad y encanto a otro icono de la gran pantalla: el mismísimo James Bond. Resulta curioso que en este filme recuerde enormemente a las hazañas del espía británico, con lo que el cine le devuelve lo que tanto le dió al actor británico, aunque sólo sea en forma de justicia poética.
          No te enfades, Ian, pero nosotros siempre preferiremos a Cary

Curiosidades de la película.
- A Cary Grant (1904), con sus adorables cincuenta y cinco años lo acompaña en el reparto la actriz La actriz Jessie Royce Landis (1896), quien en realidad tenía sólo ocho años más que él.
No hagáis caso a todo lo que se dice en documentales, páginas web... sobre que la actriz era menor que él. No es cierto, aunque en realidad el actor parece mucho menor que el personaje de Clara Thornill.
- A la productora no se le permitió rodar en las Naciones Unidas, aunque lo solicitó. Las escenas de interior son decorados, muy fieles eso sí, y la única escena del exterior fue tomada con cámara oculta desde una furgoneta. Tampoco le permitieron rodar en el Monte Rushmore.

Montaje en el que el Hitchcock aparece como uno de los presidentes.
- La película tiene múltiples escenas románticas que fueron censuradas y que en el montaje actual son claramente reconocibles por un drástico cambio en la voz de los dobladores. Se recomienda verlas en versión original con subtítulos.
- La historia de un agente secreto que en realidad no existe, para despistar al enemigo, está basada en un hecho real, ocurrido durante la segunda guerra mundial, en que secretarias británicas idearon un personaje muy similar.
- El personaje interpretado por James Mason fue ofrecido en primer término a Yul Brynner.
- Martin Landau realiza una de sus primeras apariciones en la gran pantalla.
- Otros actores candidatos a interpretar a Roger Thornill fueron Gary Cooper y James Stewart -quien estaba muy interesado en la película-. El director rechazó a este último en parte porque le achacaba el fracaso comercial de Vertigo.
- Se barajaron muchos nombres, antes del definitivo North by Northwest. El que tuvo más éxito, después de éste, fue Breathless (Sin Aliento).

Momento durante la filmación.